miércoles, 6 de octubre de 2010

Horizonte.

Mucho tiempo ha...

Tal vez no tanto como me retumba en los poros, pero sì un periodo considerable.

Ahora habrá que caminar un poco, al tiempo que espero leer en mi mapa la nueva inclinación del eje de la Tierra.

Me irè sacudiendo el tiempo, y guardaré mi pintura y bandera de batallas. Me iré silbando una sonata al silencio, una de tantas otras de otros tiempos en otras vidas.

Me iré tronando la hojarasca debajo de mis pies (espero no te irrite, es de las cosas que siempre he disfrutado). Habrá que caminar lento, pero pisar fuerte, para crispar a la hoja muerta y revivirla en una carcajada. Yo guardaré silencio, para escuchar su eco a lo lejos. Tal vez llegue a tu oído... tal vez no te toque ni su silencio.

Al llegar a la siguinte colina, a taves de la arboleda, querré hacer una pausa para voltear atrás y mirarte blandir un pañuelo, sin distinguir su color a lo lejos. Pero contendré el impulso, por no ver tristemente que no será así, que no te verè ahí plantada, ni a tí, ni a tu pañuelo, ni al viento jugando con tu cabello.

Me iré por entre los charcos, viendo tu reflejo y el mío... que antes era nuestro. Tal vez llene otro frasquito (otro más), con otra foto tuya para el camino.

Me iré tronando la hojarasca debajo de mis pies, y oteando el aroma nuevo, de otro horizonte.

AtL.