sábado, 20 de julio de 2013

De vuelta.

Hola.

He usado mucha energía en otras cosas, menos en este blog. Lo puse en el ático de mi pasado... a veces me da risa, otras me da pena: la mujer que está reflejada en esas antiguas líneas. Hoy no soy la misma, he evolucionado. Hoy me siento libre de ser YO, más que nunca. Y orgullosa de mí.

Tengo muchas páginas que escribir acerca de lo que ha pasado en mi vida estos últimos años en que he dejado de escribir. Pero resulta que debo recalcar el "ha pasado.." así que mejor voltear la página, dejémosla en blanco y que sirva ese espacio para estirarse, suspirar, ir al baño o lo que sea que se pueda hacer en una pausa.

Ahora sí: el presente es lo único que tengo.

De vuelta a mí misma, a través de mi prójimo más cercano hoy: una extranjera. De vuelta al abismo y al mar, a la brisa y al huracán. De vuelta a mí, a través de ella.

Ha habido una revolución, donde se han decapitado varios vicios interiores. Es una revolución en la que ya no es posible esconderse y quedarse callada: grita, sal y grita, haz del aire de tus pulmones el huracán de tu propio cambio. Y me dejo llevar, porque además es simplemente inevitable.

Aún me estorban cosas, me sigo moldeando, pero me satisface ir sacudiendo un poco de rebaba cada vez. Mis palabras escritas están a la alza, y regadas a ratos con risas a ratos con lágrimas, van naciendo y creciendo, reproduciéndose e inmortalizándose (déjenme, yo me entiendo).

Vamos haciendo las cosas bien, no derechas, pero espontáneas y genuinas. Ahora que tengo el corazón lleno de ella, tiendo a hablar en cuarta persona. Y menos mal, uno se harta de espejismos tormentosos. Nunca sucumbí a los llamados "amores de un rato", pero aún así estaba harta de buscar y no encontrar. Y que me pongo el saco: "Lo mejor te encuentra, sin necesidad de buscar".

AtL. Reloaded